La llamada

Declaración de misión: El carisma benedictino de paz nos desafía a dar testimonio de los valores del evangelio. Reconociendo este llamado a ser pacificadores, Benedictinos por la Paz (BFP) da una voz común a una visión de paz al confrontar la violencia de nuestros días con el amor de Cristo para que pueda ser transformada por nuestras oraciones y acciones.

 

 

Los benedictinos han adoptado durante mucho tiempo como lema la palabra latina PAX para simbolizar su carisma como pacificadores.

Benedictinos Nacionales por la Paz se organizó en 1980 en respuesta a la amenaza de una guerra nuclear. Fue revitalizado en 1995 con el propósito de conectar comunidades benedictinas en una respuesta llena de paz a la violencia que amenaza nuestro mundo hoy.

Los miembros de BFP se comprometen con una forma de vida no violenta que incluye oración y ayuno por la paz y la voluntad de aprender más sobre la espiritualidad y la práctica de la no violencia.

A través de su membresía en BFP, se unen a otros que comparten este deseo de paz al abogar por la justicia y la no violencia. La solidaridad de los benedictinos que luchan por la paz se expresa a través de servicios de oración comunes, peticiones y proyectos especiales.

Un comité de voluntarios brinda liderazgo a BFP y se comunica con los miembros por medio de correos regulares que incluyen ideas para la oración y la acción.